viernes, 31 de agosto de 2012

La Leyenda Del Necronomicon

"Quien no está muerto,
quien puede permanecer eternamente,
y con extraños eones incluso la muerte puede fenecer"




Como muchos de nosotros sabemos, el necronomicon es un grimorio centrado en la necromancia inventado por el maestro H.P. Lovecraft. 
     Howard Phillips Lovecraft mencionó por vez primera al Necronomicon en el año 1922. La posibilidad de la existencia de lo que se presentaba como auténtica guía al feudo de los muertos suscitó de inmediato un inmenso interés en todo el mundo. Los libreros se vieron asediados por montones de pedidos, mientras que los anticuarios se lanzaron a la búsqueda febril de la misteriosa obra.
     El titulo original era Al Azif, siendo Azif el término utilizado por los árabes para designar el rumor nocturno producido por los insectos y que se suponía era el murmullo de los demonios. 
      La obra fue compuesta por Abdul al-Hazred, un poeta loco de Sana, en el Yemen, que habría vivido en la época de los Omeyas, hacia al año 700 Este poeta visitó las ruinas de Babilonia y los subterráneos secretos de Menfis, y pasó diez años en la soledad del gran desierto que cubre el sur de Arabia, el Rub al Khali o «espacio vacío» de los antiguos y el Dahna o «desierto escarlata» de los árabes modernos. Se dice que este desierto está habitado por espíritus que protegen el mal y por monstruos de muerte.
     Las personas que dicen haber penetrado en él cuentan que se producen allí cosas
extrañas y sobrenaturales. Durante los últimos años de su vida, al-Hazred vivió en Damasco, en donde
escribió el Necronomicon, y en donde circularon rumores terribles y contradictorios concernientes a su
muerte o a su desaparición, en el año 738.
     Desde la muerte de Lovecraft en 1937, han visto la luz varios manuscritos que pretenden ser el
Necronomicon, siendo el más prometedor de ellos el descubierto por L. Sprague de Camp en el norte del Iraq. El códice de Camp fue desenterrado en las tumbas de Duria y estaba escrito totalmente en los
caracteres crípticos del antiguo duriano (una forma poco corriente del sirio), considerado durante algunos años por muchos ocultistas como el verdadero Necronomicon. A pesar de que la reciente labor de investigación realizada por Carl Tausk en Viena ha demostrado otra cosa, se ha comprobado que el texto contiene fórmulas mágicas y saber antiguo que lo relacionan con una tradición similar si no
idéntica.
     En varios de sus cuentos, Lovecraft hace referencia al Libro de Dzyan y a fragmentos tales como: "...las llamas vinieron... Rodearon a las Formas que tenían dos y cuatro caras. Combatieron contra los
Hombres-Cabra y los Hombres con Cabeza de Perro, y los de cuerpo de pez... (Ellos)... poseyeron a los gigantes animales hembra. Y les engendraron razas mudas... Engendraron monstruos. Una raza de
monstruos cubiertos de pelo rojo ensortijado andando a cuatro patas... Construyeron ciudades
gigantescas de tierras raras y metales... Tallaron sus propias imágenes. a Su imagen y semejanza, y las
veneraron... vinieron las primeras grandes mareas. Se tragaron los sietes grandes islas, las serpientes que volvieron a descender, que hicieron las paces con el Quinto, que lo enseñaron e instruyeron..." (extracto de las estrofas 2, 8, 11 y 12). 
     En estos fragmentos llaman la atención por los grandes paralelismos con los mitos que rodearon la llegada de los Grandes Antiguos a la Tierra, sus actos de creación, batallas con otras formas primarias y la alianza final con el Engendro Cthulhu. Las estrofas 11 y 12 tratan de la expulsión final de los Grandes Antiguos por parte de los Dioses Mayores: "Todo lo sagrado fue salvado (las criaturas naturales de la Tierra , y lo no sagrado fue destruido (sus formas fueron dispersadas al vacío). Los color de Luna» se marcharon para siempre"
     Por tanto, en el Book of Dzyan sentí que había descubierto un telón de fondo mitológico algo
fragmentario pero adecuado a los Mitos Cthulhu. Se dice que en el Necronomicon figura un patrón
fundamental estrechamente relacionado con el cuerpo del Saber Mayor.

Si bien, el mismo Lovecraft estableció hace bastante tiempo que el necronomicon fue solo obra de su retorcida imaginación, muchos han intentado buscar este maravilloso libro, hay quienes incluso aseguran tener una copia de este libro.
Como le paso al señor Manson, hay copias de libros con recopilaciones de diversos temas mágicos que llevan ese nombre. Algunos estafas, otros podrían resultar ser verdaderas obras necromantes.
Yo seguiré buscando e investigando. Si logro encontrar algo trascendental, lo sabrán.

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